Protocolo de Actuación MEP


Protocolo de actuación en situaciones de hallazgo, tenencia y uso de armas

Es un protocolo que ha sido diseñado precisamente para proteger el derecho que tienen todos los que integran la comunidad educativa, docentes y estudiantes, de vivir cotidianamente al margen de situaciones que atenten contra la integridad física, especialmente con la presencia de armas, y manejar de manera creativa y pacífica los conflictos para construir relaciones armoniosas e inclusivas que permitan vivir una cultura de paz.

Las armas se deben identificar como un peligro, que atenta contra la convivencia y genera más violencia. La prevención se convierte en una tarea fundamental de la escuela como un proceso cotidiano de detección. Pero si esto no sucede y se suscita una emergencia, es fundamental que se conozca y se aplique en los centros educativos el protocolo de actuación en situaciones de hallazgo, tenencia y uso de armas.


¿Qué es un arma?

Es cualquier instrumento u objeto que aumenta la fuerza propia, se usa tanto para atacar como para defenderse.

Tipos de armas:


“Es absolutamente prohibido el ingreso, portación y uso de cualquier tipo de arma en el centro educativo”.

Prohibición del ingreso y uso de armas

-        Incorporada en el reglamento interno.
-        Divulgada entre la comunidad educativa.
-        Permanecer en lugares visibles.
-        Ninguna persona puede ingresar un arma al centro educativo, sea menor de edad o mayor de edad.
-        Esta prohibición no aplica a los cuerpos de policía gubernamentales, exceptuando cuando realizan actividades de formación o preventivas.
-        Cuando una persona menor de edad tiene un arma se encuentra en una situación especial de vulnerabilidad y es importante saber y entender: ¿Por qué la tiene? ¿Por qué sintió que la necesitaba? ¿De dónde la obtuvo?
-        Recuerde que es una persona que puede tener miedo, presión y confusión, por lo que es importante brindarle la atención debida.
-        Por la peligrosidad que representan las armas existe una obligación de todas las personas de denunciar cualquier violación a la Ley de Armas y Explosivos (art. 9) de la que tengan conocimiento.

Intervención ante tres situaciones

-        Hallazgo
-        Tenencia
-        Uso





6 pasos en la ruta del protocolo













Caso Julián

La semana pasada, al finalizar una de las clases que imparto, me acerqué a mirar algo que me llamó la atención en el bulto de uno de los estudiantes. Al instante pude comprobar que aquel salveque le pertenecía a Julián, un estudiante de sexto grado que ha sido varias veces reprendido por su conducta violenta y por hacer bullying a otros compañeros. Rápidamente pude comprobar que aquello que desentonaba a la vista era un arma llamada “manopla con cuchillo”, que pertenece a la categoría de arma blanca-contundente.

De manera inmediata acudí a la oficina del director para informar del hallazgo e informar que el estudiantado se encontraba bien y que en este momento el aula se encuentra cerrada y sin acceso. Al tiempo se activó el protocolo de actuación y se me entregó el respectivo formato de informe. Posteriormente, solicité a dos de mis compañeros profesores me acompañasen al aula para hacer el respectivo decomiso del arma y levantar el acta respectiva. No obstante, al descubrir el arma nos dimos cuenta de que la misma poseía una dimensión mayor a 12cm por lo que inmediatamente se procedió a llamar al 911.

No fue mucho lo que hubo que esperar a la policía. Mientras tanto tratamos de mantener en calma a los estudiantes y conducimos a Julián a la oficina de orientación. Al llegar las autoridades respectivas procedieron a verificar la existencia del arma en mención y hacer el respectivo levantamiento de la misma. Al momento se realizó un acta judicial de lo acontecido y se notificó a los acudientes de Julián para dar seguimiento al caso y aconsejar de la mejor manera posible al chico sobre lo acontecido, recordándoles, tanto a él como a sus padres, que la tenencia y portación de armas dentro de la institución educativa está totalmente prohibida.

No emitimos un documento judicial del caso y lo que procedió es reincorporar al estudiante al ambiente escolar al tiempo que les recordamos a los estudiantes sus deberes y derechos, en especial con el tema de las armas. Ahora Julián recibe un acompañamiento profesional por parte de la orientadora y la psicóloga de la institución para realmente comprender cuál fue la motivación que lo llevó a portar esa arma tan peligrosa.

*En este caso que se ha expuesto, aparecen los elementos y las acciones que se tienen que tomar en el caso de realizar un hallazgo de un arma. No obstante, sabemos que en muchos casos, nosotros los docentes obviamos el activar dicho protocolo porque muchas veces no alcanzamos a determinar las dimensiones de peligro en situaciones como la mencionada en el caso Julián. Pensamos que las cosas no van a llegar tan lejos o que nada va a pasar en realidad, cuando, por el contrario, todo se dispone para que ocurra una eventual desgracia. Muchas veces estos no son temas que se conozcan o se traten en la comunidad educativa. Es tan complicada la realidad de los estudiantes de algunos de los centros educativos que realmente el personal docente no sabe cómo actuar o se siente incapacitado de poder echar a andar el protocolo, ya sea por temor o por negligencia.

En lo personal me parece que los protocolos de actuación son el fruto de un trabajo serio de concientización, desarrollado por profesionales, y que reflejan el hecho de que ocurren realmente situaciones donde los estudiantes entran armados a los centro educativos y donde se pone en peligro la integridad física del personal de la comunidad educativa; hace falta poner más atención al asunto e insistir en la aplicación de los modelos preventivos y conocimiento de los pasos para aplicar el protocolo.











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